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Compra de sentencias: el puente que convirtió los sueños de Rafael en realidad
En Conactivos, creemos firmemente que la compra de sentencias no es solo un trámite legal: es un puente hacia nuevas oportunidades, un impulso real para transformar vidas y abrir caminos que parecían lejanos. Cuando un beneficiario nos cuenta su historia, no estamos escuchando simples palabras; estamos siendo testigos de cómo un proceso ágil, confiable y justo permite que la reparación llegue rápido y que los sueños puedan cumplirse sin esperar años.
Hoy queremos presentarte el testimonio de Rafael García, un hombre que convirtió la reparación que le correspondía por ley en un trampolín hacia un futuro brillante. Y todo comenzó con un paso decisivo: confiar en la compra de sentencias como la mejor forma de acceder a su indemnización sin demoras.
“Lo que más me gusta de mi trabajo es que lo puedo aplicar. Está la parte teórica y la parte práctica. Lo que nosotros hacemos acá son remodelaciones en laboratorios, oficinas, salones, y todo lo que diseñamos se construye, se ejecuta”, nos contó Rafael durante la entrevista.
Con solo 31 años, este arquitecto del equipo de infraestructura de la Universidad Nacional ha logrado lo que para muchos es un sueño lejano: ejercer su profesión en un lugar que le apasiona, trabajar en proyectos de alto impacto y mantener vivo el orgullo de sus raíces.
Rafael nació en Ortega, Tolima, y pertenece a la comunidad indígena Mesa de la etnia Pijao. Desde pequeño, sus padres —ambos educadores— le inculcaron que la educación era la llave que podía abrir cualquier puerta.
Tras graduarse como arquitecto en la Universidad del Tolima, Rafael tenía claro que no quería detenerse ahí. Su visión de vida y su compromiso con el desarrollo de su comunidad lo llevaron a aspirar a una maestría en arquitectura, que le permitiera ampliar sus horizontes profesionales y generar un mayor impacto social.
Pero como sucede con muchos beneficiarios de sentencias de reparación directa, el tiempo jugaba en su contra. El proceso judicial había finalizado, pero el pago por parte del Estado podía tardar años. Y Rafael no podía esperar tanto: la oportunidad de continuar sus estudios estaba justo frente a él y corría el riesgo de perderla. Ahí fue donde conoció a Conactivos y el mecanismo de la compra de sentencias.

Rafael recuerda claramente ese momento:
“Gracias a Conactivos pude financiar mis estudios. La compra de sentencias me permitió obtener el dinero que me correspondía de manera inmediata, sin tener que esperar a que el Estado me pagara. Eso marcó la diferencia, porque pude pagar mi maestría, seguir trabajando y mejorar mi calidad de vida.”
Ese es el poder de la compra de sentencias: convertir un derecho reconocido en liquidez inmediata, evitando que los beneficiarios vean sus proyectos pausados por trámites o demoras administrativas.
Rafael no solo pensó en su propio futuro. Como miembro de una comunidad indígena, sabía que su formación podía inspirar a otros jóvenes a soñar más alto.
“Hago parte de las pocas personas que tienen la oportunidad de estudiar en comunidades indígenas, y esto lo agradezco mucho a Conactivos. La compra de sentencias no solo me benefició a mí; abrió la posibilidad de que mi ejemplo motive a otros a no rendirse.”
Hoy, trabajando en remodelaciones y proyectos de infraestructura en la Universidad Nacional, Rafael siente que cada diseño, cada plano y cada construcción son una forma de retribuir lo que recibió.
En Conactivos sabemos que, después de un fallo judicial favorable, la espera puede ser larga y desgastante. Por eso, nuestro compromiso es ofrecer a los beneficiarios de sentencias de reparación directa una opción confiable para transformar esa espera en oportunidades reales.
La compra de sentencias no es un préstamo, no es un anticipo condicionado: es la transferencia legítima del derecho de cobro, respaldada por la ley. Así, el beneficiario recibe su dinero en días, no en años, y puede destinarlo a lo que realmente importa: educación, vivienda, emprendimiento o cualquier meta que mejore su calidad de vida.
Rafael es la prueba viva de que la compra de sentencias funciona y de que, cuando se elige bien el momento de actuar, el impacto es inmediato. Pasó de tener una sentencia reconocida en papel a contar con el capital suficiente para financiar una maestría que le abrió las puertas de uno de los cargos más importantes en su campo.
Su historia no es única, pero sí inspiradora. En Conactivos hemos acompañado a beneficiarios que han invertido en negocios, comprado su primera vivienda, pagado deudas o garantizado la educación de sus hijos.

Un mensaje para otros beneficiarios 📣
Si hoy tienes una sentencia de reparación directa y estás esperando el pago, piensa en lo que podrías lograr si recibieras ese dinero ahora. Tal vez sea el momento de terminar tus estudios, iniciar un negocio, invertir en tu casa o simplemente estabilizar tu economía.
Como dice Rafael:
“Gracias a la compra de sentencias, pude cumplir un sueño que parecía lejano. A veces, lo único que necesitamos es una oportunidad en el momento correcto.”
Cada sentencia tiene detrás un camino recorrido, una historia personal y, en muchos casos, años de espera. En Conactivos, entendemos que el tiempo es un recurso invaluable y que la justicia no solo se trata de fallos favorables, sino de que la reparación llegue en el momento en que más se necesita.
Por eso, si tienes una sentencia ejecutoriada contra una entidad estatal, te invitamos a conocer más sobre la compra de sentencias y descubrir cómo podemos ayudarte a recibir tu pago rápido, seguro y sin complicaciones.
📞 Contáctanos hoy y empieza a escribir el siguiente capítulo de tu historia.
💬 Testimonios como el de Rafael nos motivan a seguir trabajando por cada beneficiario. La compra de sentencias no es solo una transacción; es un compromiso con tu presente y tu futuro.
Porque tu reparación no debería esperar, y tus sueños tampoco.
Escrito por Dra. Marcela Bejarano, Abogada Senior